22 Oct Suelta.
Tenemos que APRENDER,
en un momento dado, a echar el candado a una parte de nuestra vida.
Y se aprende.
Una no nace sabiendo poner límites. Aprendemos a identificar las señales
y esas sensaciones con el tiempo,
y con los errores y todas esas vivencias
y personas “de trayecto”.
Deshacernos de esa mochila que nos ha dejado ya en los huesos.
Dejar caer el peso y continuar.
No puedes estar toda la vida cargando todos tus fracasos.
Culpabilizándote por cada decisión que tomaste,
cada paso que diste que no salió como tu pensabas,
y no puedes pasarte media vida INTENTANDO algo que no sale.
Da muchísima pena en muchas ocasiones, es cierto,
pero hay relaciones en que por MUCHO BUENO que des
y que pongas,
no están destinadas a ser.
Y cuando comprendas eso,
podrás dejar ir ese capítulo de tu vida.
Primero tú. Si, tú. No pasa nada,
y quien te juzgue no te quiere.
Difícilmente podrás coger las riendas de tu vida si tu misma no vuelves a recuperar tu Norte.
NOSOTRAS nos hacemos más fuertes después de cada fracaso. Y MEJORES.
Date una oportunidad de nuevo.
Conviértete en tu primera opción
y suelta.
No hay comentarios