30 Ago Tú.
Odio cuando te detienes. Porque me frenas. Cuando salto y tu te quedas. Mirando como caigo a un infinito que lo esconde todo y que a momentos se ríe de mi, como diciéndome “¿Que pensabas? ¿Que sería fácil?”.
Intento controlarme. No darme del todo y así alejarte. ¿Por qué es tan difícil amar cuando has encontrado un amor, que puede ser de verdad?
El amor es paciencia, comprensión, adaptación y constancia. Y cuando ambos se dejan llevar, empiezas a amar.
El amor de verdad es todo lo contrario a lo que siempre nos vendieron. Siento que lo único que necesito es tenerte. Al tiempo y a ti. En pausa, y junto a mi. Y nuestro ESTAR calmará a todos esos lobos, que en tus silencios hacen que me pregunte por qué te encontré. Por qué permanezco.
No se si el caminar despacio va a producir que me detenga para siempre, por desanimo.
Tampoco si correr merecerá la pena. Por aquello que dicen de que las prisas no son buenas.
El tiempo hablará. O lo haremos nosotros, cargándonoslo todo, como quien destroza un jardín de rosas (que lleva mucho tiempo mimando) en un ataque de ira.
No hay comentarios