09 Jul Suelta.
Algunos días sólo necesitamos soltar… Para poder volver a reiniciar. Yo lloro todo lo que tengo dentro y mañana vuelvo a comenzar de nuevo. Sin juzgarme.
Algunos lunes, para mi, son como esos domingos interminables que antes tenía y que me partían en dos. Y me he dado cuenta que luchar contra estos días es ir en contra de lo que mi cuerpo necesita… Porque de vez en cuando vuelve a sangrar esa herida. O la nueva. O aquella…. Que importa cual sea si la nostalgia cuando me alcanza, duele igual.
Qué vulnerabilidad, me digo. Mientras me dejo llevar un poco y arrastro todo lo que siento dentro. Porque no hay que ser valiente siempre, me repito. Y la dejo. Y abre cada poro de mi piel. Cada rincón que he ido sellando con lacre, para sobrevivir al irónico destino que se ríe continuamente de mi.
Y la dejo sangrar, un poquito nada más.
Para recordarme que sigo jodidamente viva y que no hay otra manera de vivir que no sea arriesgando, rompiéndome y luchando.
No olvides lo importante, Alicia: “Protégete siempre”. Porque nos cuesta muy poco dejarnos en último lugar. Y olvidar que la relación con nosotras mismas tiene que ser la más fiel y sincera que hemos de MANTENER.
La vida por lo general es de todo menos sencilla. Y, o juegas con todas tus cartas o aprendes a esconderte y dejar que haga contigo lo que ella quiera.
Huele hoy distinto, como a alegrías pasadas que siento momentáneamente que vuelven a mi. Será el verano. La poesía.
O serán, seguramente la esperanza y la alegría que sobreviven en mi.
Con infinitas ganas de vivir.
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